Pasos necesarios para conseguir que tu pareja te convierta en un cornudo
Si ya has leído nuestros artículos sobre el cuckolding y el de cómo adaptar la práctica hotwife a tu relación y te ha gustado, como hombre, puede que hayas sentido cierta curiosidad por aplicarlo con tu mujer o novia.
Siempre recalcaremos que este tipo de prácticas requieren un gran nivel de respeto mutuo, comunicación y confianza. Sin más que añadir, comenzamos con este artículo en el que veremos cómo conseguir que tu mujer te convierta en un cornudo.
¿Qué significan los conceptos de hotwife y cuckold?
Antes de nada, debemos repasar ambos conceptos que tienen que ver en esta prácitca:
- Hotwife: Se trata de una práctica en la que una mujer recibe el consentimiento de su pareja para tener relaciones sexuales con otros hombres.
- Cuckold: Se refiere directamente al esposo de una mujer infiel, es decir, lo que queremos conseguir en este artículo.
Cómo convencer a tu mujer para que te haga cornudo
Comencemos por abordar una perspectiva fundamental. En la gran mayoría de los casos, se trata de una fantasía del hombre, específicamente, de tu fantasía, tu atracción por ver a tu pareja practicar sexo con otro hombre diferente.
Un error común es suponer que esta fantasía es compartida desde el principio por tu pareja y que ella la disfrutará de la misma manera que tú. Sin embargo, esto está lejos de la realidad, al menos en la mayoría de los casos.
Las diferencias en la mentalidad entre hombres y mujeres están influidas por la programación sociocultural. Nuestra tarea es comprender estas diferencias y, en primer lugar, reprogramarnos a nosotros mismos.
Solo después de dar este paso, podemos considerar comenzar un proceso similar con nuestra pareja, para que ella también pueda liberarse de la influencia cultural predominante en su entorno.
Casi todas las mujeres sienten un fuerte rechazo inicial ante la idea de estar con otro hombre que no sea su pareja. La primera pregunta que surge en la mente de una mujer ante una propuesta de este tipo es: "¿Por qué mi pareja quiere compartirme con otro? ¿Acaso ya no me quiere?"
Este interrogante existencial suele llevar a las mujeres a buscar la opinión de sus amigas más cercanas, que a menudo refuerzan sus peores temores al decirles que su pareja no las valora. Básicamente, su condicionamiento social las lleva a no comprender cómo su pareja podría desear algo así si está enamorada de ellas.
Las mujeres son inherentemente más complejas que los hombres. Por esta razón, es fundamental que no propongas a tu pareja esta idea sin seguir una serie de pasos previos que cambien su percepción y le permitan valorar la propuesta desde un enfoque completamente diferente.
Presionar a tu pareja para que haga algo que no desea es sumamente peligroso. Insistir demasiado, si no se hace con extrema sensibilidad, puede resultar contraproducente. Incluso si tu mujer finalmente accede a ser compartida, lo hará únicamente para satisfacerte, no porque lo disfrute.
Si tu pareja accede a complacerte sin estar convencida y deseosa de hacerlo, es muy probable que se sienta utilizada. No hace falta decir que la experiencia no será tan placentera como podrías esperar, y esto podría marcar el comienzo del fin de la relación.
El secreto radica en lograr que ella misma desee participar. Tu objetivo debería ser despertar en ella esta fantasía y transformarla de una fantasía exclusivamente tuya en una fantasía compartida por ambos.
Es posible que otras personas más conformistas, e incluso algunos sexólogos o psicólogos, te digan que no puedes hacer nada al respecto y que te resignes. Sin embargo, esto dependerá de tu personalidad y determinación.
Si sabes lo que deseas y estás dispuesto a luchar por ello, continúa leyendo. Si prefieres ser complaciente, no es necesario que hagas nada más.
Ten en cuenta que, en muchas de estar prácticas, aunque no es del todo necesario, el hombre presencia el encuentro sexual. Si esto no va contigo y deseas participar, te dejamos aquí algunas aplicaciones para hacer tríos.
No cometas el clásico error
Uno de los errores más comunes cometidos por aquellos que exploran la posibilidad de introducir la fantasía de ser cornudo en su relación es compartir esta inquietud demasiado pronto.
En muchas ocasiones, el deseo se despierta en un momento de excitación y se percibe como una ocasión perfecta para revelarlo a la pareja. Sin embargo, esto es un grave error. Compartir una fantasía tan íntima en un instante de excitación es un acto carente de empatía hacia tu pareja.
En ese momento, lo más relevante no es tu propio estado emocional, sino el de tu ser querido. Es fundamental preparar el terreno adecuadamente antes de abordar este tema. Revelarlo cuando estás excitado puede parecer más sencillo para ti, es un acto egoísta que refleja una falta de consideración hacia los sentimientos de tu pareja.
No estás pensando en cuándo es el momento adecuado, sino en cuándo te resulta más cómodo a ti expresarlo. Desafortunadamente, esa suele ser la situación cuando estás excitado.
Este mismo escenario se puede observar con frecuencia en bares y discotecas. Aunque en la actualidad, en España, acercarse a hablar con una mujer sin su consentimiento puede tener consecuencias legales, hubo una época en la que se consideraba una forma natural de socializar y potencialmente conocer a alguien especial.
Prepara el terreno
- Prioriza el disfrute de tu pareja: La fantasía de ser cornudo suele derivar del deseo de ver a tu pareja disfrutar. También puede ser un acto de sumisión y entrega por parte del cornudo. En ambos casos, es esencial comunicar este deseo de una manera comprensiva y cariñosa.
- Eleva su autoestima: Haz que tu pareja se sienta especial y deseada mediante piropos, gestos y regalos. Presta atención a sus necesidades emocionales y asegúrate de que su autoestima esté en su punto máximo antes de abordar cualquier conversación sobre la fantasía.
- Comparte las tareas del hogar: Asegúrate de que ambos compartan las responsabilidades del hogar para que tu pareja tenga tiempo libre y se sienta valorada.
- Haz que se sienta única: Demuestra a tu pareja que es la persona más importante en tu vida. Evita mirar a otras mujeres de manera evidente cuando estés con ella, ya que esto puede hacer que se sienta insegura.
- Transparencia total: Proporciona total transparencia en tu relación, compartiendo claves y accesos a tus redes sociales y correos electrónicos. Esto fortalecerá la confianza en la relación y eliminará cualquier motivo de desconfianza.
- Ofrece libertad real: Permítele a tu pareja tomar decisiones sobre cómo desea explorar esta fantasía. No la presiones para estar presente en todo momento; respeta sus preferencias y comodidades.
- Fomenta las amistades femeninas: Anima a tu esposa a pasar tiempo con sus amigas solteras para fomentar nuevas amistades y oportunidades para explorar la fantasía.
- Evita el control excesivo: No la acoses con llamadas o mensajes cuando esté con sus amigas. Si has construido una base de confianza sólida, ella compartirá detalles contigo cuando regrese.
- Privacidad: Reconoce la importancia de que tu pareja tenga su propio espacio y pequeños secretos. Esto es esencial para mantener su autonomía.
- Supera el miedo a la pérdida: Controla tus celos y confía en los sentimientos de tu pareja hacia ti. Si no estás seguro de su amor, considera reforzar la relación antes de explorar esta fantasía.
- Involucración emocional: Acepta que tu pareja puede desarrollar cierta involucración emocional con otros hombres. A veces, separar el amor del sexo es más fácil para los hombres que para las mujeres. Las feromonas liberadas durante la intimidad pueden fortalecer los vínculos emocionales, así que prepárate para esta posibilidad.
- Castidad masculina: En algunas relaciones cornudas, los hombres optan por la castidad como parte de su compromiso. Esto no es necesario al principio, pero es una opción a considerar si la relación evoluciona en esa dirección.
¿Qué tiene de malo ser un cornudo?
El momento posterior a la eyaculación puede ser el más duro para muchos cornudos o cuckolds, ya que suele estar acompañado de sentimientos de culpa y arrepentimiento. A veces prefieren retirarse y alejarse de la escena en la que ven a su pareja con otro hombre.
Para evitar esta situación incómoda, algunos cornudos optan por controlar voluntariamente su eyaculación y no hacerlo hasta que el amante de su esposa haya quedado satisfecho. Al hacerlo de esta manera, evitan los sentimientos negativos que pueden surgir después de la eyaculación.
Si un cornudo tiene dificultades para controlarse, es cuando se considera el uso de jaulas de castidad, como se mencionó anteriormente.
Si le entregas la llave de la jaula a tu esposa, ella te liberará una vez que su amante haya terminado, permitiéndote disfrutar de la experiencia con una gran excitación acumulada. Esta práctica puede ser altamente satisfactoria para quienes la eligen.
Conclusiones
Cada vez vemos este tipo de prácticas con más frecuencia entre las parejas, pero hemos de tener mucho cuidado al aplicarlas. Como hemos visto, la falta de comunicación, confianza y transparencia podrían dar lugar a una ruptura de la relación inmediata.
Hablar las cosas y basarse en la confianza entre ambos es la clave para ampliar y explorar los límites de nuestra sexualidad.
Deja una respuesta
Otras páginas que te pueden interesar: